
A sus 96 años, la vida de Doris ha estado llena de aventuras, perseverancia y un sueño incumplido. Pero gracias a una colaboración especial entre Denver Zoo Conservation Alliance y Compassionate Hospice, recientemente experimentó algo que había esperado casi toda su vida: un encuentro cercano con pingüinos.
Una pionera adelantada a su tiempo
En la década de 1940, Doris rompió barreras al obtener un título en matemáticas de la Universidad George Washington, un logro poco común para las mujeres en aquella época. Trabajó para el gobierno estadounidense y, en la década de 1950, estuvo destinada en Ushuaia, Argentina, donde realizó una investigación pionera con la Monroe, una de las primeras calculadoras automáticas del mundo.
¿Su próxima misión? Un viaje de investigación histórico a la Antártida.
Tenía las habilidades, la experiencia e incluso un traje de nieve a medida. Pero justo un día antes de partir, le dijeron que no podía ir, no porque no estuviera cualificada, sino por ser mujer.
Desafortunadamente, Doris nunca puso un pie en la Antártida, pero nunca dejó de soñar con los pingüinos que esperaba ver allí.

Un deseo del corazón
Actualmente en cuidados paliativos, Doris comparte su historia antártica con casi todas las personas que conoce. Conmovido por su legado y su sueño incumplido, el equipo de Compassionate Hospice Care contactó a DZCA con una sincera solicitud para ayudarla a cumplir una pequeña parte de su sueño: conocer a los pingüinos africanos que viven en DZCA.
Nuestra respuesta fue sencilla: absolutamente.
“Cuando recibí el correo electrónico con el deseo de Doris, supe que teníamos que hacerlo realidad”, dijo Jamie S., uno de nuestros Expertos en Experiencia de Huéspedes que nos ayudó con esta solicitud. “Aunque quizás no haya podido ver pingüinos en la Antártida, fue increíble presenciar su alegría al conocer a nuestros pingüinos africanos. Doris tiene una historia increíble, y me alegra que hayamos podido ayudarla a hacer realidad su sueño”.
Una experiencia con pingüinos para recordar
En una visita especial tras bambalinas, Doris conoció de cerca a algunos de nuestros queridos pingüinos africanos, en peligro crítico de extinción, en Pinnacol African Penguin Point. Rodeada de cuidadores, seres queridos y miembros del equipo de DZCA, Doris irradiaba alegría al conocer a nuestra bandada. A pesar de estar a miles de kilómetros de la Antártida y visitar una especie diferente de pingüino, finalmente pudo ver a las aves que había esperado décadas.
Fue un momento poderoso de sanación y una conexión que completó el círculo, no solo para Doris, sino para todos los que tuvimos la suerte de presenciarlo. Su determinación, brillantez y resiliencia siguen inspirándonos, y nos honra haber contribuido, aunque sea un poco, a que se cumpliera el sueño de su vida.
Pinnacol African Penguin Point es presentado por Pinnacol Assurance.