Nuestro equipo había estado estudiando y protegiendo a los buitres negros en Mongolia desde 2006. Cuando las encuestas de ger a ger (hogar a hogar) revelaron conceptos erróneos dañinos sobre esta especie icónica, trabajamos con conservacionistas locales para crear un Programa Embajador Buitre. Los embajadores sirvieron de enlace entre las familias de pastores y los socios de Ikh Nart, y recopilaron datos vitales sobre la especie. Estos datos, junto con otras investigaciones realizadas por expertos en aves del Zoológico de Denver, fueron fundamentales para el desarrollo de nuestra estrategia de conservación de buitres.